La Librería del Terror | Parte 1

Hola lectores. Hoy no tengo una entrevista, una reseña o alguna noticia, sino miles, millones de gracias por hacer que este blog sea de su agrado. Les comento que ‘La Librería del Terror’, mi segunda temporada en Facebook, cerró, pero de todas formas seguiré publicando videos con las recomendaciones de libros de ese género, pero los podrán ver en el listado de videos con el mismo nombra. De esa forma, será de fácil acceso.

RESUMEN DE VIDEOS

En esta segunda temporada pudimos conocer más autores peruanos, pues hace alguno tiempo me di con la sorpresa que este género es muy cotizado en nuestro país.

La Librería del Terror | Capítulo 1 | El fantasma de Penélope

La Librería del Terror | Capítulo 2 | Elegida para la eternidad

La Librería del Terror | Capítulo 3 | IT

La Librería del Terror | Capítulo 4 | Pandemia Z: Supervivientes (Próximos a estrenarse)

HISTORIA

Calin, un pequeño de 10 años, llegó a Serafín, un pueblo algo tenebrosa, pues sus padres son fisioterapeutas, y siempre realizan campañas en diversos lugares donde no tienen acceso a la tecnología para que puedan aliviar los diversos dolores en el cuerpo.

El pequeño no estaba solo, pues tenía a su lado a su gato Jonás, de pelaje plomo con rayas. Los dos estaban sentados en un columpio. Las cadenas estaban oxidadas y desprendían un olor desagradable, pero ese era el único entretenimiento que podía obtener Calin.

En un segundo, Calin escuchó un estallido, las ventanas de su habitación explotaron y el pequeño no sabía qué es lo que sucedía, pero Jonás no se quedó para averiguarlo y corrió hasta una casona en forma de iglesia en la que el Joven de esta historia jamás se percató.

– ¡Jonás! ¿Dónde estás? ¡Ya ven, Jonás! No me dejes solos… – comentó Calin con una voz que se iba apagando conforme hablaba.

El estallido volvió, una rama inmensa cayó encima de Calin, pero el corrió y solo se llevó un susto. A lo lejos vio a Jonás, pero algo extraño le estaba pasando, su pelaje era negro.

Luego que Calin llegó hasta la casona horrenda, se topó con una reja sucia, y en la cima de ella, se encontraba el letrero con la siguiente leyenda:

“Esta librería está abierta para todo aquel que quiera descubrir las verdaderas historias, con un sabor amargo… el sabor del miedo. Entra, pero no leas”.

Las últimas oraciones estaban borrosas, corroías por el pasar de los años. Calin pensó que era una buena idea entrar, y más si estaba aburrido.

– ¿Qué de malo puede pasar? Me están invitando, además Jonás está dentro de esa librería – dijo Calin un poco más tranquilo.

En su interior se encontraba la librería más hermosa que puedo a ver visto en su vida, aunque polvorienta, pero tenía unos estantes de mármol y la luz de la Luna inundaba los pasillos. Algo que se percató Calin fue que, cuando entró había luz del Sol, pero ahora el astro lunar lo acompañaba.

– Algo no anda bien. ¿Hola? Eh, ¿podrían ayudarme? – gritó el joven y, con cada palabra se ponía nervioso.

En un momento, un gruñido se escuchó a lo lejos, Calin volteó y vio a Jonás que tenía la mitad de su cuerpo oscuro. El gato gruñía a un estante, era el estante más lúgubre que había visto desde que entró a la librería.

Calin se acercó y vio un libro de color oscuro, el lomo era verde y sus páginas tenían una coloración rojiza, casi a llegar al tono de la sangre. Él lo agarró y cuando se dispuso a abrirla, Escuchó una voz particular que le gritó:

– ¡NO LO ABRAS! – gritó Jonás, sí el gato habló

Calín estuvo muy sorprendido, pero y era demasiado tarde. Sintió a una persona detrás de él que lo empujó, esto hizo que el muchacho soltara el libro, para luego agárralo en el aire mientras se extendía el objeto. Calin lo agarró mientras el libro estaba abierto como una flor luego de florecer.

– ¿CÓMO PUDISTE? – grito el gato, al mismo tiempo, la mascota se tornaba de color negro.

Un gran remolino se formó en torno a Calin, varios libros salieron volando, pero estos fueron cambiando. La persona que lo empujó también salió volando para revelar su apariencia.

– ¡Muchas gracias por abrir el libro! Hiciste muy bien en entrar y liberar todos esos libros que han sido profanados para convertirse en malignos. ¡Des de hoy no existen los cuentos de hadas, ni las historias de amor! En el mundo se lee terror – gritó el ente maligno.

Calin se quedó con la boca abierta, pues estaba impactado con todo lo que sucedía, una librería maligna, su gato habló y un ser demoníaco lo amenazó. El joven pensó en correr, pero al voltear se encontró con Jonás.

– Tú no te vas de aquí. Sígueme, tenemos que arreglar esto o si no, el mundo jamás volverá a leer historias de fantasía.