Fui al último día del Comic Fest y fue una experiencia inolvidable. Apenas entré, el maestro Karin de Dragon Ball me dio la bienvenida, y desde ahí todo fue pura emoción.
Con mi amiga Erika recorrimos stands de anime, vimos la clásica pelea de botargas y discutimos (con risas de por medio) si el Día de Star Wars es el 4 o el 5 de mayo. También vi a un chico bailando Bust a Groove, lo que me llenó de nostalgia.
La zona de conciertos cerró el día con música en vivo. Si tienes la oportunidad de ir, no lo dudes: tu niño interior te lo agradecerá.